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Bienvenidos al Blog de Caprabo. Aquí encontrarás consejos de salud y nutrición, muchas novedades y noticias de interés sobre nuestros productos. Esperamos que te sea de utilidad. ¡Vuelve siempre que quieras!

Las 7 erres del consumidor ecológico

Estas siete erres son de vital importancia para conseguir una economía circular y reducir el impacto ambiental. ¡Conoce cuáles son y dales continuidad a estas acciones!

De la regla de las tres R a las 7 erres

La regla de las tres R fue una iniciativa presentada en la cumbre G8 del 2004 por Greenpeace y el primer ministro de Japón, para promover unos hábitos más responsables y sostenibles, capaces de reducir los residuos urbanos y cuidar más del planeta.

Estas tres erres hacen referencia a las palabras reducir, reutilizar y reciclar. Estos serían los tres pasos más básicos y fáciles de llevar a cabo por toda la sociedad. Tan solo con estos pequeños cambios de hábitos, ya estaríamos minimizando la degradación medioambiental.

A estas tres R se le ha añadido una nueva iniciativa: la regla de las 7 erres, con nuevos hábitos cuotidianos basados en la sostenibilidad ambiental y social.

Las 7 erres

Las 7 erres del consumidor ecológico son rediseñar, reducir, reutilizar, reparar, renovar, recuperar y reciclar. Todas ellas son una suma de acciones que podemos hacer como ciudadanos para respetar el medio ambiente y participar en la economía circular.

El objetivo de esta economía circular es gestionar los recursos, reciclar y reutilizar para alargar la vida útil de todos los productos que utilizamos en el día a día, desbancando así la economía lineal, donde hay un derroche continuo de recursos. 

Rediseñar

Las 7 erres empiezan ya en la concepción del diseño, no solo se debe tener en cuenta la funcionalidad del producto en sí, sino en las consecuencias medioambientales que puede provocar.

Para lograr esta economía circular, se debe optar por un ecodiseño, utilizando materiales fácilmente reciclables, envases respetuosos y métodos de fabricación sostenibles.

Reducir

Esta acción ya formaba parte de la regla de las 3 R. La clave a la hora de reducir es simple: reduciendo el consumo reducimos el volumen de residuos y la explotación de materias primas, ahorramos agua, energía y generamos menos contaminación.

Se pueden aplicar algunos cambios en los hábitos de consumo que servirán para ser más conscientes y llegar a consumir de una forma más sostenible. Por ejemplo, podemos disminuir el consumo de productos de usar y tirar, no encender las luces de casa durante el día para aprovechar la luz solar, utilizar bombillas de bajo consumo, cerrar el grifo mientras estamos enjabonándonos el pelo o los platos o elegir productos de mayor tamaño en el supermercado para generar menos residuos.

Reutilizar

La reutilización es una tarea que se ha llevado a cabo siempre, -quien es el pequeño de la familia esto lo sabe sobremanera-, y aunque sea un gesto que parezca insignificante es útil no solo para disminuir el volumen de residuos, sino también para la economía personal.

La clave está en prolongar la vida útil de cualquier material, eliminando cada vez más la idea del usar y tirar. Podemos hacer la compra con bolsas de tela, hacer manualidades con las botellas, utilizar el agua de limpiar la fruta para regar, guardar el agua de cocer la verdura para hacer caldo o reutilizar los botes de cristal.

Desde Caprabo se ha iniciado un proceso de reciclaje para reutilizar los residuos orgánicos generados en los propios supermercados. Todos los excedentes de la carnicería, charcutería y pescadería se guardan en depósitos específicos y se les da una segunda vida como harinas, aceites o piensos para animales de granja.

Reparar

Otra forma de contribuir en la reducción de residuos es darle una segunda oportunidad a aquellos productos que se han estropeado, a pesar de que la solución más rápida sea tirarlo y comprar uno nuevo, podemos intentar repararlo antes.

Si la reparación se sale de nuestra competencia, debemos tener claro que un arreglo siempre será mucho más económico que si lo compramos de nuevo.

Renovar

Haciendo referencia al punto anterior, también sería interesante reparar todos aquellos objetos antiguos que ya no utilizamos en casa y darles una nueva oportunidad o una segunda vida con una nueva funcionalidad.

Siempre tenemos algún que otro mueble por casa que ya hemos aborrecido, de modo que antes de deshacernos de él podemos darle un toque de color o cambiarlo de lugar.

Recuperar

Si cumplimos todas las acciones anteriores, podríamos llegar a recuperar los desechos generados y reintroducirlos de nuevo en el proceso productivo. De manera que se podrán crear nuevos productos con menos materias primas.

Reciclar

Cuando ya se agotan todas las opciones anteriores o no haya otra opción posible, llega el momento de reciclar. El reciclaje puede que sea la R más conocida de todas y la que está implantada ya en la mayoría de las ciudades gracias a las campañas de concienciación que se han ido llevando a cabo.

Todavía queda mucho por aprender para hacerlo 100% bien y depositar cada uno de los residuos en su lugar correspondiente, para evitar la contaminación y la extracción de nuevas materias primas.

Caprabo sigue trabajando para sensibilizar y facilitar el reciclaje, de manera que en la entrada de algunos de sus supermercados hay instalados puntos de recogida de pilas, bombillas e incluso un contenedor donde depositar las cápsulas monodosis de café, para reciclarlas y poder recuperar el 100% de las materias primas y contribuir así en la economía circular.